¿CÓMO ES QUE LLEGUÉ A ESTA CONDICIÓN DE SOBREPESO U OBESIDAD?
La mayor parte de las personas que me consultan,
suelen creer que su sobrepeso se debe “a la falta de fuerza de voluntad” para
apegarse de manera permanente a una “dieta” y/o a una rutina de actividad
física.
Esta explicación simplista de la obesidad, lejos de
favorecer el mantenimiento de hábitos de autocuidado saludables, conduce al
abandono temprano del tratamiento elegido y a la disminución de la propia
autoconfianza, respecto de los recursos internos que se tienen o se pueden
desarrollar para atenderla.
Por dicha razón, resulta fundamental conocer las
causas generales del sobrepeso y la obesidad, para que puedas comprender los
aspectos particulares que han jugado un papel importante en el incremento de tu
peso corporal, y encontrar así, alternativas de tratamiento favorables, acordes
a tus condiciones y necesidades personales.
Recordemos que la obesidad tiene una explicación
compleja o multicausal, fruto de la interacción de diversos factores
biológicos, físicos, psicológicos, familiares y socioculturales:
a) Causas biológicas:
El cuerpo humano, ha evolucionado a lo largo de
milenios, adquiriendo la habilidad fisiológica de comer más de lo necesario en
un determinado momento, con el fin de acumular energía (en forma de grasa
corporal), para posteriormente utilizarla en los períodos de carestía. Este
mecanismo biológico, muy útil hace miles de años, cuando la raza humana vivía
en ambientes cambiantes, donde la alimentación no era accesible de forma
continua, se ha convertido en un problema de las sociedades actuales, donde
existe disponibilidad permanente de alimentos, así como un continuo consumo, y
por tanto, dicha grasa acumulada, no llega a emplearse y reducirse, sino que se
mantiene en el organismo, causando los problemas de salud asociados a la
obesidad.
Este sistema de almacenaje que utilizamos los seres
humanos, está grabado en nuestros genes, estableciendo una predisposición
genética a la ganancia de peso, más acentuada en unas que en otras personas.
Esto explica en parte, el hecho de que, dentro de una familia, suelan existir
dos o más miembros con algún grado de obesidad.
b) Causas socioculturales:
Gracias a los avances tecnológicos, nuestra actual
sociedad, ha facilitado el desarrollo de la obesidad al generar:
- Fácil acceso a gran variedad de alimentos, que se
pueden conseguir y consumir más rápidamente y a menor precio, siendo muy
atractivos también por su sabor (debido a su alto contenido de grasas, azúcares
y/o sal), en detrimento de su calidad nutricional, así como por las campañas de
publicidad, llevadas a cabo por la industria de alimentos procesados.
- Reducción del consumo de vegetales (frutas,
verduras, hortalizas, leguminosas, cereales integrales, etc.), como
consecuencia de lo anterior.
- Ausencia de la necesidad de realizar actividad
física cotidiana, en los contextos laborales, escolares y familiares, así como
en los medios utilizados para el traslado de las personas.
- Promoción de actividades recreativas sedentarias
(debido principalmente a la actual revolución tecnológica) y el abandono de
actividades al aire libre (también limitadas por las condiciones de inseguridad
social).
- Espacios urbanos diseñados más para la circulación
de vehículos de motor, que para el tránsito peatonal y/o de ciclistas.
- Promoción de actividad física, orientada más a
fines estéticos que de salud, pretendiendo alcanzar una determinada masa
muscular o una delgadez rápida, pero sin acompañarse de una promoción habitual
y saludable del ejercicio.
- Contextos escolares, con desinterés por promover
menús escolares nutritivos; disminuyendo progresivamente el tiempo destinado a
las actividades curriculares de actividad física y a los espacios propicios
para ella; facilitando acceso a alimentos muy calóricos y poco nutritivos, en
las cafeterías o expendios escolares.
- Empobrecimiento de las horas adecuadas de sueño y
de un descanso reparador, porque el aumento en los tiempos de traslado a
escuelas y trabajos, así como las exigencias propias de éstos, demanda
levantarse más temprano o dormirse más tarde. Aunado al hecho de que, durante
la noche, se ofrecen numerosas posibilidades de entretenimiento que antes no
existían (televisión con horarios extendidos, internet y redes sociales;
actividades y reuniones que se prolongan hasta tarde, acompañadas del consumo
de alimentos y bebidas alcohólicas).
c) Causas psicológicas y familiares:
Nos
permiten adentrarnos en aquellos factores psíquicos involucrados en la
adquisición y el mantenimiento de los propios hábitos alimentarios, de
actividad física y de descanso:
-
Estados emocionales
que nos conducen a comer, sin responder necesariamente a una cuestión de hambre
física, sino “emocional”, es decir, en respuesta a afectos y sentimientos ya
sea, placenteros (celebrar, expresar alegría, gozar con la presencia de otras
personas, anticipar el placer asociado a la ingesta); displacenteros (tristeza,
enojo, miedo, soledad, culpa, aburrimiento, etc.); o ambivalentes (“quiero
cuidarme, pero quiero comer lo que se me antoja”).
-
La influencia de
la historia personal, en la determinación de las propias preferencias y
aversiones.
-
Las creencias y
los patrones de pensamiento, que “justifican nuestras ganas de comer de más” o de
elegir alimentos poco saludables, pero muy atractivos sensorialmente hablando; así
como aquéllos que justifican “el deseo de tener descansos y esparcimientos no
asociados con alguna actividad física”.
-
El papel que
juegan nuestros vínculos interpersonales, con nuestras conductas de
autocuidado, como cuando aprendemos que la forma de expresar el cariño, es a
través de ofrecer un agradable platillo y de que sea recibido (consumido) sin
dejar lugar a la posibilidad de negarnos a consumirlo, en pro de nuestro mayor
bienestar.
d) Causas asociadas con las propias consecuencias del sobrepeso u obesidad:
Son aquéllas relacionadas con los efectos que ésta produce, por ejemplo,
al experimentar insatisfacción y rechazo para con tu cuerpo, puede afectarse tu
autoestima y autoconfianza, facilitando mayor retraimiento social, así como la
necesidad de buscar gratificaciones, que empeoran tu inactividad física o el
incremento del consumo de comida, provocando de esta forma, el aumento de peso,
y reiniciando el círculo de auto – perpetuación de la obesidad.
Entendiendo la interrelación compleja de todos
estos factores, el PROGRAMA DE AUTOCUIDADO, propone un abordaje integral, con
atención nutricia, psicoterapéutica y psicoeducativa:
- Ofreciéndote herramientas
para una mejor comprensión de los factores psico-sociales que te dificultan
incorporar hábitos de autocuidado.
- Acompañándote en
el proceso de modificar aquéllos que resultan inadecuados, aprendiendo a desarrollar estrategias
y comportamientos más saludables.
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